Eugenia dejó su casa con catorce años para ir a servir, después de seis años en León, animada por sus amigas deja todo y se va a Madrid.
Roberto deja atrás a su familia, amigos y abandona su pueblo para viajar a Madrid y poder tener una mejor oportunidad laboral.
Años después en una sala de baile muy conocida en Madrid, Eugenia y Roberto coinciden, sus miradas se encuentran y ninguno puede imaginar lo que les depara la vida.